Escuela de padres: Las tres llamadas de atención
Gracias a Jesús Jarque y su blog Familia y Cole, hoy os traemos un tema básico en la educación de nuestros niños. Las tres llamadas de atención. Aquí os dejo sus consejos.
“Le llamo veinte veces la
atención y no me hace caso”; “hasta que no me enfado de verdad no
viene”; “paso todo el día gritándole… ” Seguro que a muchos de vosotros, papás y mamás os suenan estas quejas porque las vivís en vuestras propias carnes.
La llamada de atención es una de
las técnicas básicas en la educación de los hijos. Cuando se utiliza
correctamente puede resultar muy eficaz, ahora les explico cómo hacerlo.
LIMITARLAS A TRES
En lugar de veinte veces, lo ideal es que las llamadas se limiten siempre a tres. De esta forma los niños y niñas aprenden que ese es el límite: mejor tres que veinte.
GRADUARLAS
Algunos padres no gradúan las llamadas de
atención: la primera es ya de máxima intensidad. Graduar el tono de las
llamadas de atención les confiere más eficacia.
La primera se hace en un tono amable, en realidad es una petición: “por favor, límpiate primero los dientes y después te sientas a ver la tele”.
La segunda se hará en un tono más serio y contundente, pero sin necesidad de gritar: “Te he dicho que te limpies los dientes y que después podrás ver la tele”.
La tercera y última, sin gritar, con contundencia y adelantando las consecuencias: “límpiate los dientes ya o no verás la tele en toda la tarde”.
Si la tercera tampoco resulta efectiva pasamos a la acción: le obligamos a limpiarse los dientes y llevaremos a cabo la medida.
VENTAJAS
Graduar las llamadas de atención permite al niño conocer la importancia de la orden y de la situación en la que se encuentran.
Limitarlas a tres, tiene como ventaja que son tomadas más en cuenta, no tenemos que agotarnos y aprende que si no se cumplen las normas, hay consecuencias.
Si tienen problemas en este aspecto… les animo a practicar.
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